domingo, mayo 20, 2007

Fuckowsky, memorias de un ingeniero; de Alfredo de Hoces García-Galán

YoEscribo.com, Premio de Novela 2005
94 páginas.
Leído... recién licenciado //) en PDF :$


     Sí, habéis leído bien, PDF (estoy cubriéndome los ojos con los dedos para que no se me reconozca o, más bien, para reconocer que me debería dar vergüenza...), lo leí en el ordenador. Pero, en un principio, no había otra manera...


     Puede sonar extraño, pero este libro existió primero en formato digital, inscrito en la sección de novelas de YoEscribo.com en 2005, y pasó a formar parte del mundo de los libros impresos después de haber sido leído cientos de veces a través un ordenador (¿Alguien recuerda cómo era la vida antes de Internet?). Para desgracia de este friki, la primera edición con dedicatoria del autor se agotó definitivamente... aunque está en marcha una segunda edición con "contenidos extras".


     En este libro, Alfredo de Hoces, retrata la vida de un ingeniero (él mismo) mientras trata de llegar a serlo... algunos dirían "en clave de humor", otros "cargado de ironía"... yo digo que es la vida misma, sin censura, sin tapujos, sin omisiones, con lo bonito, lo feo, lo horrible, lo gracioso y lo que es gracioso de triste que resulta... porque la vida es así, y tiene un sentido del humor amargo y perro.


     Todo empezó hace algún tiempo, por casualidad, buscando El Sentido de la Vida, encontré un enlace que me llamó la atención, Fuckowsky, memorias de un ingeniero, y empecé a leer:


     "Existe una línea marrón que divide a la humanidad en dos grandes grupos: aquellos que nacen por encima de la línea de flotación y tienen una vida, y los que nacemos hundidos en la mierda y tenemos que darnos de hostias por salir a respirar."


     No sé si fue por mi situación en ese momento, no sé si será por la universidad en la estudié, por la carrera, o por la gente que allí conocí... probablemente por la suma de todas ellas: me encantó. Vi en Fuckowsky un claro reflejo de lo que todos nosotros éramos y de lo que podía esperar del futuro; tomé clara conciencia del pasado y del presente, encontré las explicaciones que mi cerebro estaba buscando y reafirmé la decisión que ya había tomado: volar.


     Lo siento, no puedo juzgar este libro de una manera imparcial, no he estudiado una carrera de letras... soy un ingeniero: he visto, he sufrido y he vivido lo que el libro cuenta, en mi propia carne o en la de mis compañeros. Puede que no sea la mayor obra literaria de los últimos años, pero para mí es arte... además diré, para los que estén interesados en otro tipo de información, que está escrita con un estilo decente y armonioso, es de fácil lectura, pero con contenido detrás y lo más importante, no te deja indiferente. Ya lo dije una vez, pero me repito: junto con Beppo Barrendero mis dos filósofos de la vida.



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